No podemos hacer todo. Emprender en cuarentena puede parecerse a un multitasking eterno… pero eso no va. Al principio de todo, yo sentía que dormía en el hall de la facultad. No veía la división entre MI tiempo, el tiempo de CURSADO y el tiempo de mi EMPRENDIMIENTO.
Porque sí, soy yo sola cumpliendo trescientos roles: creo contenido, ofrezco soporte, diseño páginas y hago filtros, asesoro a mis clientas potenciales, registro ingresos y egresos… y quizá a vos te pasa lo mismo.
Entonces vi dos caminos: o termino con una lista inagotable de pendientes y harta de todo o busco la forma de organizar mi tiempo para disfrutar más mi día a día.
Elegí la segunda opción.
A mí me gusta tener rutinas. Hacen que mis días transcurran de forma más previsible y eso me da mucha paz mental. El no salir de casa me sacudió todos los esquemas y tuve que adaptar mi vida al espacio de mi habitación en la casa de mis viejos.
¿Cómo hago que funcione?
🌙 Todas las noches, antes de acostarme, reviso la agenda y anoto los pendientes de tearmotuweb y de la facultad.
☀️ Cuando me levanto, desayuno sin mirar el celular. Una vez terminado eso, reviso la bandeja de mails.
📝 Dependiendo del día, separo mis tareas por urgencia e importancia (pronto post sobre esto!) y pongo manos a la obra.
📅 Mi cerebro funciona mejor por las mañanas. O, al menos, puedo cumplir con tareas de forma más eficiente. Mi calendario tiene bloques de tiempo: el trabajo creativo antes del mediodía, la parte administrativa por las tardes.
🧟 Tengo una tendencia a seguir trabajando pasadas las 21 hs. Noté que eso me drenaba física y emocionalmente (y sí, mamu) y decidí cambiar ese hábito. Como, en mi caso, es un acto por inercia, me anoté en el gimnasio.
🔒 Me resulta clave tener horarios no negociables (y de desconexión). Lunes, miércoles y viernes corto a partir de las 18 hs. Los viernes a la mañana los destino principalmente a pensar contenido.
Así, logro no desviarme de mi sistema (otro tema para charlar!) y cumplo con mis tareas sin cansarme tanto. Sé que si llego al agotamiento, mi cuerpo y mi cerebro me pasan factura. Para disfrutar de lo que hago, tengo que ser disciplinada y cuidarme.
Contame: ¿vos cómo llevás tu rutina emprendedora? ¿llegás al agotamiento? ¿qué te funciona mejor?